Páginas

miércoles, 20 de agosto de 2014

Soy leyenda

¿Cómo saber para qué vine a este mundo?

Supongo que haciendo pruebas en distintos momentos y espacios, a manera de ensayo, para luego valorar si tuve errores o aciertos o ambas cosas en mis procesos y resultados.

No creo que haya otra manera de saber eso. O de pronto sí la hay: una primera que se me ocurre, es que Dios se me presente en forma de una zarza ardiente y me diga qué tengo que hacer; o la segunda es que alguien me diga qué tengo que hacer (familia, amigos, jefes, políticos, parejas...) y me limite a seguir instrucciones; y la tercera forma puede ser en cegarme en una sola cosa, creer firmemente en algo único para mí, y hacerla a pesar de lo que Dios, los demás o yo mismo pueda opinar de eso.

Aún no sé cuál es mi leyenda personal... sé que he dejado huellas pero no sé si han sido en los caminos correctos, si se han borrado o si ni siquiera se han marcado con mis pasos. Estoy en ese proceso, mirando atrás y mirando adelante para ver dónde estoy ahora.

Ya hay más analizar, pero muy poco para decidir lo que ha de ser mi vida a partir de ese momento. Sólo sé que Dios no me lo va a decir, los demás estarán felices en que les dé gusto y que yo seré un terco en hacer lo que se me dé la gana (cuando sepa qué quiero).

Sí, la respuesta de cajón es estar en equilibrio. Así que seguiré en la cuerda floja tratando de no caerme y de saber hacia dónde conduce.

Tal vez algún día contarán lo que pasó conmigo y sólo ahí sabré si fui o no leyenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario